EL PENSAMIENTO ES LA CHISPA DE LA ACCION

Bienvenido a mi blog un espacio donde día a día compartiré pensamientos, ideas, sueños e historias que sienta que debo de expresar siempre buscando generar cosas positivas, esperando recibir de todos los lectores sus opiniones ya que estas son importantes y me ayudan alimentar mi espíritu con conocimiento y comprensión.

jueves, marzo 08, 2012

Al otro lado de la ventana (la alegria de otro es la alegria de uno)

Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno se le permitía sentarse en su cama cada tarde, durante una hora, para ayudarle a drenar el liquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación. El otro hombre tenia que estar todo el tiempo boca arriba. Los dos charlaban durante horas.Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar, donde habían estado de vacaciones. Y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver desde la ventana.
El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas; las actividades y colores del mundo exterior.
La ventana daba a un parque con un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad.
Según el hombre de la ventana describía todo esto con detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los ojos imaginaba; la idílica escena.
Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió un desfile que; estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía oír a la banda, podía verlo, con los ojos de su mente, exactamente como lo describía el hombre de la ventana con sus mágicas palabras.
Pasaron días y semanas. Una mañana, la enfermera de día entró con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto plácidamente mientras dormía.
Se lleno de pesar y llamo a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo.. Tan pronto como lo considero apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado a la cama al lado de la ventana. La enfermera le cambia encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación.
Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para anzar su primera mirada al mundo exterior; por fin tendría la alegría de verlo el mismo. Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana al lado de la cama… y se encontró con una pared blanca.
El hombre pregunta a la enfermera que podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana. La enfermera le dijo:
“Quizás solo quería animarle a usted”.

Es una tremenda felicidad el hacer felices a los demás, sea cual sea la propia situación. El dolor compartido es la mitad de pena, pero la felicidad, cuando se comparte, es doble.
“Hoy es un regalo, por eso se le llama el presente” usalo para hacer el bien.
Te invito a pensar en algún momento en el que en tu vida ayudaste a un desconocido, puede ser un anciano que necesitaba campo en el auto bus, puede ser el niño que vendía libros para colorear para llevar sustento a su familia y tu le regalaste dinero o lo llevaste a comer, puede ser cuando ayudaste al desconocido que se varo bajo la lluvia y empujaba su auto solitario y con mucha dificultad, puede ser la persona que necesitaba ayuda porque se quedo varado en su automóvil, puede ser el hombre que perdió su hogar por un incendio y al cual le ayudaste con algo, pueden ser los hombres y mujeres que perdieron su hogar por un terremoto, sea cual sea el caso piensa a quien ayudaste en algún momento y recuerda lo que sentiste cuando lo hiciste.
Yo recuerdo a cada persona a la que lleve ayuda, ver sus rostros sonreír, ver como la ilusión y la magia de la vida los volvía a llenar y como la fe regresaba a sus cuerpos me hacían sentir tan lleno de amor que al final me sentía alegre y lleno. Ayudar a otros es algo que te llena y que alimenta al mundo con amor, este amor se propaga en la mayoría de casos y va generando solo cosas buenas.
No mires para otro lado cuando al frente tuyo existen tantas personas que te necesitan, la ayuda va mas allá de lo material. Muchos ocupan alguien que los escuche, alguien que les hable, un abrazo, una palabra de aliento o en el mejor de los casos muestrale al hombre como valerse por si mismo al final esta es la mejor ayuda que puedes dar.

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