Muchas veces nos despedimos de las personas que amamos teniendo el conocimiento que en cualquier momento le veremos de nuevo y sin embargo existen ciertas despedidas que son para siempre.
Hay algunas ocasiones en que debemos decir adiós mucho gusto y hasta nunca o adiós nos volveremos a ver algún día cuando lleguemos ambos a la presencia del señor ( para el que es creyente)
Las despedidas de este tipo son difíciles en ocasiones, esto porque debes aceptar el hecho que quizá estas serán las ultimas palabras que podrás decirle a alguien a quien te gustaría decirle mas que esto.
También están las despedidas que debes decirle al viento ya que la persona se marcho sin siquiera darnos la oportunidad de decirle unas ultimas palabras.
Que difícil es a veces la vida con estas situaciones, pero a pesar de estos sabores tan amargos que nos deja un adiós dicho directamente, a medias o de forma indirecta debemos comprender que cuando alguien sale de nuestra vida existe un motivo mas allá del pensamiento cegado por nuestro deseo del momento del no quiero que te marches.
Todo siempre ocurrirá dejando en ti lecciones que deben ayudarte a ser mejor persona, en caso de un adiós sin retorno y el vació que este deja por un tiempo, tal vez la lección consiste en aprender a valorar a quien se marcho y aunque esto no hará que regrese te dejara ese sentimiento de responsabilidad para demostrarle a quienes aun están cuanto los amas.
Yo creo que la vida tiene muchos caminos, algunos directos a un destino y otros muy complicados, nos hacen dar muchas vueltas, ir y venir. En estos caminos tan inciertos y poco controlables existirán un sin fin de holas y adiós.
La partida de un ser amado ya sea natural o por caprichos de quien eligió irse deben aprender a saborearse, porque hasta lo amargo es un sabor.
Eso si te digo no te aflijas por mucho tiempo, da el luto y espacio que requiere asimilar o aprender a degustar este sabor tan peculiar.
Vive sin temor por sentir estas experiencias que si tienen sabor amargo sin duda alguna si las aprovechas y analizas harán de ti una persona mas dulce.
Hay algunas ocasiones en que debemos decir adiós mucho gusto y hasta nunca o adiós nos volveremos a ver algún día cuando lleguemos ambos a la presencia del señor ( para el que es creyente)
Las despedidas de este tipo son difíciles en ocasiones, esto porque debes aceptar el hecho que quizá estas serán las ultimas palabras que podrás decirle a alguien a quien te gustaría decirle mas que esto.
También están las despedidas que debes decirle al viento ya que la persona se marcho sin siquiera darnos la oportunidad de decirle unas ultimas palabras.
Que difícil es a veces la vida con estas situaciones, pero a pesar de estos sabores tan amargos que nos deja un adiós dicho directamente, a medias o de forma indirecta debemos comprender que cuando alguien sale de nuestra vida existe un motivo mas allá del pensamiento cegado por nuestro deseo del momento del no quiero que te marches.
Todo siempre ocurrirá dejando en ti lecciones que deben ayudarte a ser mejor persona, en caso de un adiós sin retorno y el vació que este deja por un tiempo, tal vez la lección consiste en aprender a valorar a quien se marcho y aunque esto no hará que regrese te dejara ese sentimiento de responsabilidad para demostrarle a quienes aun están cuanto los amas.
Yo creo que la vida tiene muchos caminos, algunos directos a un destino y otros muy complicados, nos hacen dar muchas vueltas, ir y venir. En estos caminos tan inciertos y poco controlables existirán un sin fin de holas y adiós.
La partida de un ser amado ya sea natural o por caprichos de quien eligió irse deben aprender a saborearse, porque hasta lo amargo es un sabor.
Eso si te digo no te aflijas por mucho tiempo, da el luto y espacio que requiere asimilar o aprender a degustar este sabor tan peculiar.
Vive sin temor por sentir estas experiencias que si tienen sabor amargo sin duda alguna si las aprovechas y analizas harán de ti una persona mas dulce.
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