Dedicatoria:
Dedico este libro a mi difunto hermano Cristian Maurico Avila Marchena, el ángel de mi madre que cuida de nosotros, ese niño que se marcho muy pronto, pero me dejo una lección para toda mi existencia.
No importa cuan pequeño sea el ser humano, este guarda una grandeza inimaginable.
Tu magia perdurara en el tiempo.
Capitulo 1
Conociendo la magia en mi.
Un pensamiento puede desatar que todo un universo se transforme, recuerdo haber leído esto hace mucho tiempo. Un escritor costarricense llamado Allan Avila Marchena fue quien lo escribió.
Cuando le conocí me di cuenta que no había publicado ni un solo libro, poseía un blog con muchas entradas, unas muy buenas y otras pésimas, llenas de incongruencias y algunas con mucha lógica.
Era un buen muchacho, soñaba con ser alguien que motivara a los demás.
Nos sentamos a conversar una tarde y le conté acerca de mi vida.
Nunca mas le volví a ver, el tiempo paso y recuerdo que desde ese día busque leerlo.
Recuerdo que la vez que conversamos al despedirnos me dijo: Eres un mago, has magia y sorprende al mundo, este ocupa creer en cosas maravillosas.
Yo soy un mago y a diario trato de hacer magia, tenemos ese poder, podemos hacer que los demás crean.
El mundo necesita creer...
Empece a pensar en esta frase y me di cuenta de que la tónica diaria era la de escuchar sobre estafas, accidentes, infidelidades, robos y todo lo que hacia que el ser humano dejara de creer en el amor.
El amor, era algo que aun no lograba definir, sin embargo tenia una leve idea de lo que esto era.
A diario me levantaba y al abrir mis ojos lo primero que decía era: Gracias mi creador por la oportunidad de volver a disfrutar de mi vida. Luego al levantarme pensaba en todo lo que debía de hacer, los clientes, los productos a ofrecer, las rutas mas idóneas, las nuevas tendencias de la industria, el mensaje que le compartiría al mundo para ayudar con mis pensamientos a todo aquel que lo ocupase.
El día transcurría entre sonrisas, prestando servicio, ayudando al que lo necesitara, conversando con conocidos y extraños, la vida era hermosa.
Con cada sonrisa y consejo yo recogía con regocijo otra sonrisa o una hermosa palabra: quizá un gracias, quizá un ocupaba escuchar eso, o un, siempre pensé eso pero no sabia como expresarlo.
Los días transcurrieron y me fui dando cuenta del poder de mis palabras y mi accionar, descubrí que podía irradiar energía y que con mis actos podía encender la chispa en otros.
Todo en mi vida empezó a cambiar el día que decidí ser el mago que podía hacer creer a los demás.
Muchas veces en la mañana camino a mi trabajo me encontraba con personas muy aceleradas, tan aceleradas que olvidaban ver lo que los rodeaba, se perdían los arboles, los perros jugueteando, los niños jugando en reinos imaginarios, los jóvenes amándose y otros mas viejos compartiendo el amor que aun poseían el uno por el otro, olvidaban ver la sonrisa del chófer de bus, la alegría del vendedor de refrescos, los pájaros volando libres, el salto de los gatos sigilosos que se movían casi de forma perfecta para desplazarse tratando de pasar desapercibidos.
La vida y sus millones de detalles eran olvidados por estas personas, que solo podían pensar en que debían de llegar temprano y cumplir con los plazos.
Yo no olvidaba estas situaciones, ya que no era libre de ellas sin embargo decidí no estresarme por lo que iba ocurrir y no podía detener, las deudas iban a existir durante un tiempo prolongado, los trabajos seguirían llegando y habría que seguir cumpliendo, en el amor seguiría siendo un hombre y como tal tendría defectos que a muchas disgustarían y a otras no, lo mismo me pasaría a mi.
Así que deje de preocuparme tanto y comencé a ver lo bueno de todo.
Cuando se acercaban los pagos descubrí que mi agilidad mental para los negocios salia a relucir, así que poco a poco fui aprendiendo de esta habilidad y con el tiempo pude usarla no solo en los momentos de mas necesidad.
Con las relaciones sociales aprendí que habían personas con defectos que aun siendo desagradables para mi, me enseñaban a ser tolerante y a manejar mi relación con personas cuyos defectos me molestaban y así un sin fin de oportunidades se abrieron, me encontraban un despertar continuo y me maravillaba ante el mundo que me rodeaba.
Parecía una época dorada donde todo se veía perfecto, no podía quejarme.
Tal vez nunca lo has pensado, pero las pruebas de la vida se presentan a diario, unas con mas dificultad que otras, pero todas con el propósito de enseñarte lecciones muy valiosas que si bien aprovechas te convertirán en una persona muy influyente para los seres que te rodean.
A mi me llego una gran prueba, era el 23 de junio del año 2012, ese día desperté y sentí un leve mareo. Algo anormal, pero a lo que no le di importancia, me aliste como solía hacerlo y me marche a trabajar.
Al medio día cuando iba al paqueo del lugar donde trabajo perdí el control de mi cuerpo y me desplome, no sentí nada mas que una gran pesades y poco a poco quede inconsciente.
Cuando desperté me encontraba en la cama de un hospital, muy agotado y sin saber que era lo que ocurría.
Al cabo de unos minutos una enfermera muy atractiva llego a la habitación y me dijo: Todo esta bien, le han realizado exámenes y estamos a la espera de los resultados, sin embargo ya esta consciente, se desmayo en su trabajo y lo trajimos acá.
No sabia que ocurría, nunca padecí nada, era una persona alegre y que realizaba actividad física regularmente, empece a sentir miedo, el ser humano siente miedo cuando no sabe que es lo que ocurre.
Pasaron las horas y no me daban respuesta, hasta que entro un doctor algo mayor con una carpeta con algunos papeles y me dijo:
Señor, me gustaría comunicarle que tras realiza algunos exámenes hemos encontrado una alteración en su organismo, al parecer se le a desarrollado un tumor en su cerebro.
En ese momento palidecí y todo en mi se volvió silencio, el doctor prosiguió.
Analizaremos la opción de removerlo, sin embargo debemos de realizar mas exámenes, deberá permanecer unos días acá con nosotros, le sugiero se comunique con algún familiar.
Esa tarde las horas transcurrieron y el silencio en mi se quebró por una voz que en mi interior empezó a cuestionar a Dios y mi suerte.
No es justo, siempre has sido bueno y esto te pasa? no es justo.
Por que a mi?
Las horas entre reclamos y maldiciones pasaron, eso hacemos cuando llega la adversidad, buscamos culpables y nos quejamos.
Llame a la mujer mas incondicional que podría tener, mi madre, sin embargo no quise asustarla y obvie la parte del tumor, le dije: mama estoy internado en el hospital de la ciudad, necesito verte, me desmaye en el trabajo, pero no saben aun por que sucedió.
En una hora mi madre ingresaba al hospital y al verme en su rostro vi esos ojos que proyectaban un amor incondicional y una angustia al ver a su pequeño en cama. Para las madres siempre seremos sus pequeños.
Me abrazo fuerte y le dije que no se preocupara.
Hablamos por unos minutos, pero nunca fui bueno expresando mis pensamientos con las personas con las que tenia afecto, era extraño que fuese así.
Mi madre se retiro y esa primer noche en el hospital casi no pude dormir, pase pensando en que pasaría conmigo, si moriría en unas semanas o unos meses, en cual era mi legado, me di cuenta que no había hecho mucho o quizá lo que quise hacer.
No lo voy a negar esa noche llore por unos minutos, pero recordé algo muy importante: La vida se escribe a cada segundo y no podía llorar por algo que aun no sucedía, a diario pasamos pensando y si pasa esto, y si no me quieren, y si se ofenden, y si no se, y si me dicen que no, tantos posibilidades con resultados negativos. Quien nos enseño a pensar siempre en lo peor? acaso nos preparábamos por si sucedía algo malo no nos cayera la noticia como un balde de agua fría, sin embargo luego de minutos pensándolo nunca estamos preparados para lo malo, así que esa noche me limpie las lagrimas y decidí pensar en que sucederían solo cosas buenas en mi vida, yo seria cómplice de eso y me asegurara por mi parte de que solo cosas buenas me sucedieran y si sucedían cosas malas serian porque estaba fuera de mis manos.
Mañana todo iba a estar bien, me dije y me fui durmiendo a las 2 am.
Me desperté temprano y al ver el movimiento en el hospital sentí algo de energía, me levante y camine a la puerta de la habitación, la enfermera bonita me reprendió y me pidió que guardase reposo.
La mire con mis ojos cansados y le dije: Me veo mal porque no dormí, pero siento la energía de mil hombres ( era mentira estaba destruido) ella sonrió y me dijo: eso es muy bueno pero repose por favor, le traeré el desayuno.
Analice el hecho como algo positivo, había sacado una sonrisa de la hermosa enfermera con mi respuesta y actitud positiva, a pesar de sentirme mal era mi deber irradiar solo cosas positivas, tenia derecho a sentirme mal, después de todo soy un ser humano y sin embargo mi deber es irradiar buena energía a pesar de mi condición. Así lo decidí hacer y así seguiría comportándome siempre.
Para mi comenzaba una lucha y con esto esta historia...
Dedico este libro a mi difunto hermano Cristian Maurico Avila Marchena, el ángel de mi madre que cuida de nosotros, ese niño que se marcho muy pronto, pero me dejo una lección para toda mi existencia.
No importa cuan pequeño sea el ser humano, este guarda una grandeza inimaginable.
Tu magia perdurara en el tiempo.
Capitulo 1
Conociendo la magia en mi.
Un pensamiento puede desatar que todo un universo se transforme, recuerdo haber leído esto hace mucho tiempo. Un escritor costarricense llamado Allan Avila Marchena fue quien lo escribió.
Cuando le conocí me di cuenta que no había publicado ni un solo libro, poseía un blog con muchas entradas, unas muy buenas y otras pésimas, llenas de incongruencias y algunas con mucha lógica.
Era un buen muchacho, soñaba con ser alguien que motivara a los demás.
Nos sentamos a conversar una tarde y le conté acerca de mi vida.
Nunca mas le volví a ver, el tiempo paso y recuerdo que desde ese día busque leerlo.
Recuerdo que la vez que conversamos al despedirnos me dijo: Eres un mago, has magia y sorprende al mundo, este ocupa creer en cosas maravillosas.
Yo soy un mago y a diario trato de hacer magia, tenemos ese poder, podemos hacer que los demás crean.
El mundo necesita creer...
Empece a pensar en esta frase y me di cuenta de que la tónica diaria era la de escuchar sobre estafas, accidentes, infidelidades, robos y todo lo que hacia que el ser humano dejara de creer en el amor.
El amor, era algo que aun no lograba definir, sin embargo tenia una leve idea de lo que esto era.
A diario me levantaba y al abrir mis ojos lo primero que decía era: Gracias mi creador por la oportunidad de volver a disfrutar de mi vida. Luego al levantarme pensaba en todo lo que debía de hacer, los clientes, los productos a ofrecer, las rutas mas idóneas, las nuevas tendencias de la industria, el mensaje que le compartiría al mundo para ayudar con mis pensamientos a todo aquel que lo ocupase.
El día transcurría entre sonrisas, prestando servicio, ayudando al que lo necesitara, conversando con conocidos y extraños, la vida era hermosa.
Con cada sonrisa y consejo yo recogía con regocijo otra sonrisa o una hermosa palabra: quizá un gracias, quizá un ocupaba escuchar eso, o un, siempre pensé eso pero no sabia como expresarlo.
Los días transcurrieron y me fui dando cuenta del poder de mis palabras y mi accionar, descubrí que podía irradiar energía y que con mis actos podía encender la chispa en otros.
Todo en mi vida empezó a cambiar el día que decidí ser el mago que podía hacer creer a los demás.
Muchas veces en la mañana camino a mi trabajo me encontraba con personas muy aceleradas, tan aceleradas que olvidaban ver lo que los rodeaba, se perdían los arboles, los perros jugueteando, los niños jugando en reinos imaginarios, los jóvenes amándose y otros mas viejos compartiendo el amor que aun poseían el uno por el otro, olvidaban ver la sonrisa del chófer de bus, la alegría del vendedor de refrescos, los pájaros volando libres, el salto de los gatos sigilosos que se movían casi de forma perfecta para desplazarse tratando de pasar desapercibidos.
La vida y sus millones de detalles eran olvidados por estas personas, que solo podían pensar en que debían de llegar temprano y cumplir con los plazos.
Yo no olvidaba estas situaciones, ya que no era libre de ellas sin embargo decidí no estresarme por lo que iba ocurrir y no podía detener, las deudas iban a existir durante un tiempo prolongado, los trabajos seguirían llegando y habría que seguir cumpliendo, en el amor seguiría siendo un hombre y como tal tendría defectos que a muchas disgustarían y a otras no, lo mismo me pasaría a mi.
Así que deje de preocuparme tanto y comencé a ver lo bueno de todo.
Cuando se acercaban los pagos descubrí que mi agilidad mental para los negocios salia a relucir, así que poco a poco fui aprendiendo de esta habilidad y con el tiempo pude usarla no solo en los momentos de mas necesidad.
Con las relaciones sociales aprendí que habían personas con defectos que aun siendo desagradables para mi, me enseñaban a ser tolerante y a manejar mi relación con personas cuyos defectos me molestaban y así un sin fin de oportunidades se abrieron, me encontraban un despertar continuo y me maravillaba ante el mundo que me rodeaba.
Parecía una época dorada donde todo se veía perfecto, no podía quejarme.
Tal vez nunca lo has pensado, pero las pruebas de la vida se presentan a diario, unas con mas dificultad que otras, pero todas con el propósito de enseñarte lecciones muy valiosas que si bien aprovechas te convertirán en una persona muy influyente para los seres que te rodean.
A mi me llego una gran prueba, era el 23 de junio del año 2012, ese día desperté y sentí un leve mareo. Algo anormal, pero a lo que no le di importancia, me aliste como solía hacerlo y me marche a trabajar.
Al medio día cuando iba al paqueo del lugar donde trabajo perdí el control de mi cuerpo y me desplome, no sentí nada mas que una gran pesades y poco a poco quede inconsciente.
Cuando desperté me encontraba en la cama de un hospital, muy agotado y sin saber que era lo que ocurría.
Al cabo de unos minutos una enfermera muy atractiva llego a la habitación y me dijo: Todo esta bien, le han realizado exámenes y estamos a la espera de los resultados, sin embargo ya esta consciente, se desmayo en su trabajo y lo trajimos acá.
No sabia que ocurría, nunca padecí nada, era una persona alegre y que realizaba actividad física regularmente, empece a sentir miedo, el ser humano siente miedo cuando no sabe que es lo que ocurre.
Pasaron las horas y no me daban respuesta, hasta que entro un doctor algo mayor con una carpeta con algunos papeles y me dijo:
Señor, me gustaría comunicarle que tras realiza algunos exámenes hemos encontrado una alteración en su organismo, al parecer se le a desarrollado un tumor en su cerebro.
En ese momento palidecí y todo en mi se volvió silencio, el doctor prosiguió.
Analizaremos la opción de removerlo, sin embargo debemos de realizar mas exámenes, deberá permanecer unos días acá con nosotros, le sugiero se comunique con algún familiar.
Esa tarde las horas transcurrieron y el silencio en mi se quebró por una voz que en mi interior empezó a cuestionar a Dios y mi suerte.
No es justo, siempre has sido bueno y esto te pasa? no es justo.
Por que a mi?
Las horas entre reclamos y maldiciones pasaron, eso hacemos cuando llega la adversidad, buscamos culpables y nos quejamos.
Llame a la mujer mas incondicional que podría tener, mi madre, sin embargo no quise asustarla y obvie la parte del tumor, le dije: mama estoy internado en el hospital de la ciudad, necesito verte, me desmaye en el trabajo, pero no saben aun por que sucedió.
En una hora mi madre ingresaba al hospital y al verme en su rostro vi esos ojos que proyectaban un amor incondicional y una angustia al ver a su pequeño en cama. Para las madres siempre seremos sus pequeños.
Me abrazo fuerte y le dije que no se preocupara.
Hablamos por unos minutos, pero nunca fui bueno expresando mis pensamientos con las personas con las que tenia afecto, era extraño que fuese así.
Mi madre se retiro y esa primer noche en el hospital casi no pude dormir, pase pensando en que pasaría conmigo, si moriría en unas semanas o unos meses, en cual era mi legado, me di cuenta que no había hecho mucho o quizá lo que quise hacer.
No lo voy a negar esa noche llore por unos minutos, pero recordé algo muy importante: La vida se escribe a cada segundo y no podía llorar por algo que aun no sucedía, a diario pasamos pensando y si pasa esto, y si no me quieren, y si se ofenden, y si no se, y si me dicen que no, tantos posibilidades con resultados negativos. Quien nos enseño a pensar siempre en lo peor? acaso nos preparábamos por si sucedía algo malo no nos cayera la noticia como un balde de agua fría, sin embargo luego de minutos pensándolo nunca estamos preparados para lo malo, así que esa noche me limpie las lagrimas y decidí pensar en que sucederían solo cosas buenas en mi vida, yo seria cómplice de eso y me asegurara por mi parte de que solo cosas buenas me sucedieran y si sucedían cosas malas serian porque estaba fuera de mis manos.
Mañana todo iba a estar bien, me dije y me fui durmiendo a las 2 am.
Me desperté temprano y al ver el movimiento en el hospital sentí algo de energía, me levante y camine a la puerta de la habitación, la enfermera bonita me reprendió y me pidió que guardase reposo.
La mire con mis ojos cansados y le dije: Me veo mal porque no dormí, pero siento la energía de mil hombres ( era mentira estaba destruido) ella sonrió y me dijo: eso es muy bueno pero repose por favor, le traeré el desayuno.
Analice el hecho como algo positivo, había sacado una sonrisa de la hermosa enfermera con mi respuesta y actitud positiva, a pesar de sentirme mal era mi deber irradiar solo cosas positivas, tenia derecho a sentirme mal, después de todo soy un ser humano y sin embargo mi deber es irradiar buena energía a pesar de mi condición. Así lo decidí hacer y así seguiría comportándome siempre.
Para mi comenzaba una lucha y con esto esta historia...
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