Pasamos
con éxito hasta ahora los tiempos de crisis y vislumbramos un futuro muy
exitoso gracias al empeño, el deseo, las bendiciones y el soporte que hay entre
mi mejor amigo y socio Esteban Ubisco.
Una
de las más grandes lecciones ha sido en que para todo en la vida ocupas
alianzas, estas hay q honrarlas con lealtad y buena voluntad.
Debo
agradecer a Dios por todo lo que nos ha enseñado, el mundo a tratado de
desesperarnos, nos llevo a los límites de nuestra mente, logramos resistir
literalmente el hambre, pero si bien el panorama aun no es el que esperamos, el
trabajo nos vislumbra un mundo lleno de posibilidades y bendiciones que con
arduo trabajo y mucha entrega lograremos cumplir el sueño de proteger a muchos
de los que amamos.
Gracias
a todos los que nos han apoyado y ayudado, rendirse no es opción por que el que
se rinde sin dar hasta el último suspiro
de vida en la lucha simplemente es un cobarde.
Recuerdo
como por meses pasamos conversando de los sueños que teníamos por cumplir, de
todo lo que opinábamos referente a ser diferentes y dar el extra.
Analizamos
muchos temas, sabíamos que no poseíamos conocimientos en muchas áreas y que empezaríamos
casi de la nada, sin embargo creíamos en
que podríamos lograrlo. Los primeros meses nos llenamos de tanto trabajo que
hasta tuvimos que darle trabajo a la competencia, por semanas recibíamos llamadas
de todas partes y pasábamos trabajando casi 10 horas diarias.
En
este periodo me sentí tan activo que llego a ser algo que necesitaba para
sentirme completo, cuando el trabajo mermaba sentía una ansiedad por querer
hacer algo.
Los
primeros meses generamos lo que normalmente haríamos con un salario en todo un
año y esto estaba dándonos un aviso del potencial que teníamos entre manos,
pero a la vez nos daría la lección más importante.
Confiados
de la mina de oro que poseíamos y que podíamos explotar empezamos a bajar la guardia y el movimiento
con el que empezamos bajo su intensidad, esto nos pasaría factura. Si bien es
cierto seguíamos trabajando con calidad, puntualidad, responsablemente habíamos
dejado de dar el extra con el que empezamos y el panorama se torno gris súbitamente.
El
ser humano saca lo mejor de sí cuando está en periodo de crisis, el deseo por
sobrevivir lo lleva a un punto en el que no deja de pensar como vivo? Como sigo?
Yo a diario pensaba ahorita las cosas mejoraran,
pero poco hacia para crecer , estaba contento con lo conseguido en tan poco
tiempo, mi amigo también.
Siempre
nos gusto las cosas fáciles , acostumbrados a ser astutos y ganar lo necesario
sin cansarse demasiado era la herencia de una cultura que estaba tan contaminada
que calaba el alma de la mayoría.
Llegaron
las semanas en donde el trabajo no llegaba y nos decíamos : tranquilos pronto
llamaran.
Esa
actitud pasiva y confiada ayudo que el periodo de vacas flacas nos golpeara más
fuerte, porque si nos golpeo muy fuerte, el dinero conseguido empezó a mermar y
seguíamos esperando…
Cuando
estás enfermo debes empezar a tratar la enfermedad, esta podría empeorar y
terminar con tu vida, nuestra vida se estaba agotando , el estrés se hizo
presente y nuestras actitudes empeoraron. Nos hicimos parte de esta tormenta y
empezamos a quejarnos por lo que no habíamos hecho, por quienes éramos y poco hacíamos
por cambiar las cosas( A LA MAYORIA LES PASA, A DIARIO ESCUCHO PERSONAS QUE SE
QUEJAN POR TODO Y POCO HABLAN DE SOLUCIONES)
Después
de llegar al punto más crítico y atravesar un círculo de desgracias personales
que mermaron mi espíritu me puse a pensar: Estoy agotado , pero debo de hacer
algo, mucha gente me necesita. Mí contra parte mental me susurraba: tú también los
necesitas y nadie hace nada para ayudarte, solo te piden, exigen , no te
comprenden.
Pase días en esa lucha mental , hasta que un día
cansado de todo decidí que sin importar que tan malo fuese el panorama , yo
siempre trataría de mostrar una actitud positiva.
Mi
socio y mejor amigo Esteban me hablo y entre los dos empezamos a poner en
marcha un plan para rescatar nuestro negocio del abismo al que se proyectaba.
Los días
pasaron y empezamos a realizar cosas que eran extra , nuestros problemas aun no
desaparecen y estamos todavía en la lucha por estabilizar el negocio con el que
lograremos cumplir nuestros sueños.
Todos
los días me levanto a las 5 am y aunque deseo seguir acurrucado en la cama me
levanto dispuesto a dar el extra.
Al día
de hoy han pasado dos semanas desde que empezamos a dar el extra, esforzarnos a
pesar del cansancio, del hambre, de la voz destructiva y de una herencia arraigada
en nuestro ser.
Sabemos
que solo haciendo lo que normalmente no harían
la mayoría , vamos a lograr los resultados que la minoría ha logrado.
Me
siento vivo y orgulloso de saber que con nuestro esfuerzo lograremos proteger a
quienes amamos.
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